Consejos para la piel atópica

Dermatitis atópica en invierno. Consejos para evitar brotes

La dermatitis atópica es una patología hereditaria que genera un gran malestar en las personas que la presentan. Se caracteriza principalmente porque la piel muestra una textura seca, presentando eczemas, inflamaciones, enrojecimiento, ampollas, sarpullidos, ampollas y descamación. También presenta una sensación de picor desagradable. Además, se observa que los síntomas se intensifican y empeoran en la piel atópica en invierno.

Esta alteración no es infecciosa ni contagiosa y se considera un trastorno de la piel con un curso crónico, aunque su evolución varía dependiendo de la época del año. En verano, por ejemplo, la piel se encuentra mejor. En esta estación, se observa generalmente una disminución de los síntomas asociada a algunos elementos como la exposición al sol, los baños en el mar, dejar de utilizar algunas prendas de ropa, etc.

Sin embargo, en algunos momentos como un cambio de estación o una variación brusca de temperatura puede aparecer un brote atópico, intensificando los síntomas. Por lo general, la dermatitis atópica en invierno es más aguda, ya que el clima frío y seco no es beneficioso para esta alteración de la piel.

Es importante conocer que a pesar de los factores biológicos, también existen factores externos y psicológicos como la humedad y el estrés que influyen en la intensidad de los síntomas. Por ello, es beneficioso seguir una serie de consejos que pueden ayudar a controlarlos y reducirlos.

Consejos para reducir la dermatitis atópica en invierno

Como se ha expuesto, la dermatitis atópica ocasiona una serie de síntomas desagradables dado que la función barrera de la piel se encuentra alterada, lo que hace que se produzca una mayor deshidratación y sensibilidad que empeora con el frío. Algunas de las pautas que pueden ayudar a aliviar la piel atópica en invierno son:

Secar la piel con delicadeza

Con los roces ocasionados por diferentes prendas la dermis se irrita. Por ello, es importante que al secar la piel se haga de manera suave y delicada, empleando toallas de algodón y realizando pequeños toquecitos en vez de frotar.

Duchas breves

A la hora del aseo corporal, se recomienda que las duchas o baños sean de breve duración, en torno a 5 minutos. Además, es aconsejable que la temperatura del agua sea tibia.

Rutina de cuidado

Las rutinas diarias de cuidado de la piel son muy importantes para ayudar a mantener la barrera cutánea en buen estado y que pueda realizar su función de protección. Con la piel atópica, y sobre todo en invierno, contar con una buena rutina se hace imprescindible. Para ayudar a la piel a mantenerse protegida, hay dos pasos necesarios que son muy importantes:

  • Limpieza: existen geles de baño que cuentan con unas propiedades especiales para limpiar las pieles atópicas.
  • Hidratación: una de las características de la piel atópica es la pérdida de agua que genera deshidratación. Esto provoca una alteración en la barrera de protección de la dermis, ocasionando que los agentes externos la dañen. Por ello, es importante contar con una buena hidratación.

Es imprescindible que ambos pasos formen parte de la rutina de cuidado para la piel atópica. Para llevarla a cabo de manera adecuada, existen productos en forma de geles de baño, lociones corporales y faciales que cuentan con propiedades beneficiosas para este tipo de patología como los que tiene la Gama Halibut Cuidatopic. Sus productos relacionados con el cuidado de dermatitis atópica incluyen componentes que cuidan y protegen la piel hidratando las capas superiores, aliviando los picores y disminuyendo las irritaciones.

Utilizar protección solar

Es importante emplear a diario un protector solar independientemente del tipo de la piel y de la estación del año, pero si además se presenta una dermatitis atópica la protección es imprescindible, ya que ayuda a cuidar la barrera cutánea.

Ambientes húmedos

Es recomendable regular el nivel de humedad que hay en el ambiente en los espacios en los que se pasa una gran cantidad de tiempo, como en el hogar. Para ello, se pueden emplear humidificadores, aparatos que emiten vapor de agua y ayudan a combatir la sequedad que provoca la calefacción en invierno.

Tejido y limpieza de las prendas

Es recomendable optar por el uso de prendas de algodón y evitar aquellas confeccionadas con lanas o tejidos sintéticos. Además, es mejor elegir prendas amplias y holgadas y eliminar las etiquetas, que pueden dar lugar a roces en la piel.

En relación con la limpieza de las prendas, es importante realizar un doble aclarado para asegurarse de que se eliminan totalmente los posibles restos de detergente. Se desaconseja el uso de suavizantes.

No abrigarse en exceso

En invierno se tiende a utilizar una gran cantidad de ropa de abrigo para evitar pasar frío. En algunas ocasiones, esto puede ser contraproducente, ya que ir con muchas capas de ropa puede provocar que finalmente se acabe sudando, lo que perjudica los síntomas de la piel atópica en invierno.

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